La Junta de Gobierno del COACV y sus empleados se unen al dolor de la familia de Tomás Llorens, una de las figuras más destacadas en el ámbito cultural de nuestro país, que falleció el pasado jueves 10 de julio a los 85 años de edad. Licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras, obtuvo un amplio reconocido nacional e internacional. Fue el primer director del Instituto Valenciano de Arte Moderno (1986 y 1988), además de director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (1988 - 1990), siendo posteriormente conservador-jefe de la colección Thyssen-Bornemisza (1991 y 2005).
Su trayectoria está estrechamente ligada al mundo de la arquitectura, ya que fue profesor de Estética en la Escuela de Arquitectura de Valencia, entre 1969 y 1972. Desde entonces y hasta 1984, enseñó Teoría e Historia de la Arquitectura Moderna en la Escuela de Arquitectura del Portsmouth Polytechnic, Reino Unido, simultaneando aquellos años lectivos con la Universitat Politècnica de Catalunya, donde estuvo a cargo de la asignatura de Estética desde 1978 a 1980. Su último periodo de docencia se produjo entre los años 2000 y 2006, impartiendo la materia de Composición Arquitectónica, en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante.
Escribió numerosos artículos y ensayos sobre crítica de arte, historia del arte, arquitectura y semiótica. Fue comisario de importantes exposiciones de primer nivel en el panorama nacional, trabajando paralelamente en la adquisición de colecciones artísticas como la del escultor Julio González, o la de pinturas para la Thyssen-Bornemizsa, formando parte, desde mediados de los 80 hasta 1993, del equipo ministerial que trabajó para la cesión de la colección al Estado español. En el año 2007, recibe su mayor reconocimiento con la entrega de la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte. Nacido en la ciudad castellonense de Almazora, su pérdida deja un inmenso vacío en el panorama cultural valenciano, así como en sus hijos, demás familiares y allegados, a quienes queremos expresar nuestro más sincero pesar por la pérdida irreparable de un maestro, que nos enseñó a no minusvalorar el arte y más en un "tiempo crítico e inseguro como el que vivimos (…)”.