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Hotel Santacreu en la isla de Tabarca

PREMIO

DIEGO LÓPEZ FUSTER Y SUBARQUITECTURA (FERNANDO VALDERRAMA GARRE Y ANDRÉS SILANES CALONGE)
Localización: Isla de Tabarca. Alicante. España
Promotor: Familia Santacreu (Casa IAIA Providencia S.L.)
Constructor: Construcciones y Reformas García Antón S.L.
Colaboradores: Eduardo Díez, José Luis Pérez Molina y David Berenguer
Fotografía: Jesús Granada

Tabarca, la isla habitada más pequeña del Mediterráneo, es un pequeño mundo de 30 ha de superficie, 1800 m de longitud y 400 m de anchura, que cuenta con menos de 60 habitantes. 
El origen de su ocupación se sitúa entre 1766 y 1775, cuando el Ingeniero militar Fernando Méndez de Ras lleva a cabo la construcción de una ciudad fortificada en la isla, basada en ideas urbanísticas del Renacimiento y principios de la Ilustración. Es declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1964 y su entorno natural, con sus praderas de posidonia oceánica y una fauna muy diversa, es clasificado como Reserva Marina en 1986. Esta suma de naturaleza y patrimonio cultural configuran un entorno privilegiado pero a su vez sujeto a una fuerte presión turística.

El objetivo del proyecto es integrarse de la manera más respetuosa posible en este contexto tanto urbano como paisajístico y social. Se fomenta un turismo relajado y sensible, aproximando al visitante al modo de vida típico de los habitantes de la isla. Se trata, por tanto, de dar respuesta tipológica a ese nuevo uso del alojamiento temporal colectivo, esa especie de casa más grande y más pública. 
Un estudio exhaustivo de las grandes puertas de la isla, dibujadas a escala real para poder tomarlas como referencia, ayudó a reforzar esta idea, construyendo la puerta más grande de la isla.

El proyecto se ha materializado buscando integrar los materiales tradicionales presentes en el contexto de la isla, entendiendo la construcción del hotel como un conjunto de soluciones constructivas ya testadas históricamente en el lugar en cuanto a durabilidad, mantenimiento y funcionalidad. Se trata de reinterpretar la ejecución de dichos materiales hacia una manera más contemporánea de entender “lo construido”. 
Se ha utilizado la cerámica en mayor medida por su facilidad de ejecución, su versatilidad y por ser productos naturales provenientes de la tierra, el barro y la arena, que generan por sí mismos ambientes naturales, tranquilos, cómodos y confortables. 
Son tres los elementos básicos en los se han aplicado estos materiales cerámicos: los bardos han sido utilizados como elementos estructurales a modo de bovedillas vistas en los forjados, como complemento a la estructura de acero con vigas y viguetas también vistas; la toba cerámica se ha empleado como alternativa a la teja plana en cubierta, debido a esa versatilidad para ser colocada tanto en elementos verticales como horizontales, apareciendo también en el paramento de la recepción y como pavimento en el espacio común a doble altura de la planta baja; el azulejo, para terminar, ha servido para conseguir una solución abierta de baño en las habitaciones, tanto en suelos como en paredes e incluso formando singulares piletas cerámicas como lavabos.

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