FERNANDO NAVARRO CARMONA, PASQUAL HERRERO VICENT, EDUARDO J. SOLAZ FUSTER, MARÍA AMPARO SEBASTIÁ ESTEVE Y VÍCTOR MUÑOZ MACIÁN (EL FABRICANTE DE ESPHERAS)
Situación: Centro Histórico de Villena (Alicante)
Organizador: Ayuntamiento de Villena, Universidad de Alicante (sede universitaria en Villena) y El Fabricante de Espheras
Técnicos colaboradores: Juan Eloy Gil García, arquitecto; María Batalla Antonino, arquitecta; Lluís Bort Cerezo, arquitecto; César Haba Giménez, educador social y Clara Cascant i Sempere, socióloga
Fotografía: Borja Castillo Alberola, María Silvestre Martínez, Lluís Bort Cerezo, Milena Villalba Montoya, Laura Álvarez Yrazusta, Santiago Vicente Calvo y Malin Mohr
La barrera psicológica que rodea el centro histórico de Villena y lo divide del resto del municipio está todavía presente en la mentalidad de muchos de los vecinos, a pesar de los cambios realizados en los últimos años por parte de la Administración.
Ciertamente, el patrimonio existente en el centro histórico de Villena, levantado a los pies de su castillo ha sufrido durante años el abandono y la degradación de aquellos que se iban alejando cada vez más del centro para vivir en un entorno ubicado fuera del centro histórico, dejando tras de sí un paisaje patrimonial que todavía conserva las raíces de esa sociedad.
La despoblación y el olvido que acusó el centro histórico de Villena facilitó que las personas con pocos recursos se fueran ubicando a los pies del castillo, ocupando viviendas tradicionales tan significativas como las casas-cueva que todavía se conservan y convirtiéndose desde ese momento en los únicos que mantenían vivo con sus propias reglas el centro histórico. Este gran estigma social presente entre la etnia gitana que vivía a los pies del castillo y el resto de Villena construyó “la barrera psicológica” entre los villeneros provocando que familias enteras no se relacionaran con el centro histórico, transmitiéndose así entre generaciones.
Afortunadamente, en los últimos años se están desarrollando actuaciones por parte de la Administración encaminadas a unir “las dos Villenas”. El Casc es el laboratorio de pruebas donde se enfatiza este aspecto, proponiendo talleres y actividades en los que a través de todos los vecinos de Villena, sobre todo trabajando con niños de distintas culturas y etnias puedan cambiar esta mentalidad obsoleta y sin resultados positivos para la sociedad.
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