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Habilitación de aseos y escaleras en la Plaza de Toros de Valencia

MENCIÓN

 

PABLO PEÑÍN LLOBELL Y ALBERTO PEÑÍN LLOBELL
Situación: Calle Xàtiva, 28, 46004 Valencia
Técnicos colaboradores: Andrés Martínez Herrero (arquitecto técnico), Alberto Peñín Ibáñez (arquitecto), Alejandro Marqués (GIA, S.L.) y Concha Camps (arqueóloga)
Promotor: Diputación Provincial de Valencia
Constructora: CLEOP, S.A.
Fotografía: Diego Opazo

La propuesta se realiza sobre la base del máximo respeto al edificio, Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural de la Comunidad Valenciana, terminado en 1860 y de corte neoclásico. Se trataba de rehabilitar la Plaza de Valencia, utilizada intensamente no solo por usos taurinos sino por otros espectáculos, mítines y actividades, dada su situación en el centro de la ciudad y su capacidad de 12.000 personas.

Se abordó la mejora de su comodidad en los tendidos y el cumplimiento de la normativa actualmente vigente en materia de salubridad, espectáculos públicos, accesibilidad e incendios, la cobertura de las nuevas demandas (Museo, Oficinas, Vestuarios etc.) y las propias necesidades de mantenimiento del inmueble. Para ello se había elaborado previamente con los directivos de la Diputación un Plan Director de Rehabilitación y Mejora, que dividió la demanda en tres fases según su urgencia y disponibilidades. Se inició en 2008 con las obras urgentes, como aseos y refuerzos (1.786.678 €) y se siguió en 2009 con las de adecuación normativa y mejora (tendidos, vomitorios, resto de aseos, escaleras de evacuación, accesos discapacitados, humedades etc. (2.526.503 €), terminadas en 2010 y que Constituyen, por ahora, el grueso de la intervención que aquí se refleja.

La documentación que acompaña a este texto recoge los nuevos módulos de aseos de acero inox y paneles fenólicos de cierre, como piezas a encastrar en los huecos estandarizados de la Plaza, tanto en planta baja (sin llegar al techo) como en la primera galería, y la introducción de dos escaleras de evacuación en recinto protegido desde las nayas hasta la calle, concebidas, igualmente, sin apoyar en la fábrica original de ladrillo. De esta forma, tras las obras descritas se ha puesto en valor el magnífico inmueble de Sebastián Monleón, apreciándose sus roscas, molduras, arcos, pilastras y vigas, hasta ahora tapados.

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