MIGUEL MARTÍNEZ CASTILLEJO
Universidad Politécnica de València
EL LUGAR
El proyecto se sitúa en las inmediaciones del recinto del FIB, el evento musical de mayor trascendencia en el municipio de Benicàssim. Se trata de un 0contenido no urbano, sin límites parcelados, medianeras o manzanas…y se encuentra con otros nuevos límites naturales como la sierra, la montaña y la huerta; civiles, como las vías ferroviarias y la carretera nacional.
PROPUESTA URBANA
Sobre un terreno con una ligera pendiente ascendente hacia las montañas, se propone un edificio entendido como un recorrido, una serie de fotogramas que van desde lo urbano: el frente de la carretera nacional, donde el edificio adquiere mayor escala; hasta lo natural: un nuevo bosque en el cual el edificio desaparece con el terreno y que sustituye el aparcamiento del FIB con la sierra como telón de fondo, que a su vez hace de barrera visual y acústica frente a las vías.
EL EDIFICIO
El programa se divide en tres niveles, convertido cada uno de ellos en un “cota 0” y relacionados entre sí y con el paisaje a través de dobles alturas y largos visuales. Estos niveles se organizan por medio de dos bandas anchas cosidas por otras tres estrechas.
Los primeros acogen funciones de mayor importancia: por un lado el auditorio, la sala de exposiciones y la sala polivalente, que funcionan como parte de un todo, o de manera autónoma. Sus accesos son comprimidos y desembocan en espacios diáfanos, de doble altura, por los que resbala la luz, significando la escala de las salas y albergan dispositivos móviles para controlar la intensidad lumínica con arreglo a la actividad que recogen. Los muros los delimitan y les proporcionan condiciones acústicas gracias a su materialidad.
Por otro lado la administración y los seminarios entendidos como paquetes que son suma de unidades y que tienen una altura, con la entrada de luz lateral y construidos con materiales ligeros, que no tocan los muros.
Los segundos contienen los aseos, guardarropías, camerinos, almacenes, instalaciones… Se establece así una jerarquía dentro de los usos del edificio a través del espacio, la luz y la construcción.
CONSTRUCCIÓN
El principal material de generación del proyecto es el propio terreno. Su reconducción a través de rellenos y desmontes hace que el edificio quede prácticamente definido antes de empezar a levantarlo y lleva a trabajar con muros, unos muros que ya existen en el lugar antes de nuestro proyecto y que ahora dejan escapar espacios distintos, entrando y saliendo de la huella del edificio. Su construcción se realiza vertiendo el hormigón sobre piezas de rodeno utilizadas como encofrado perdido. Estas piezas utilizadas habitualmente como bordillo de acera, ayudan a que el edificio se integre en el paisaje, ya que es la piedra que abunda en las montañas del Desierto de las Palmas y que le confieren ese color rojizo tan particular. Conforme el edificio se separa del suelo, el muro se desmaterializa a modo de celosía y filtra la luz, dejando la función estructural en manos de unos pilarcillos metálicos embebidos en la carpintería cada dos metros, que no compiten con el espesor del muro y que introducen una escala más cercana al usuario. Finalmente desaparece y la cubierta se convierte en terreno vegetal, dejando paso al bosque de pinos.
Texto del autor
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